Día de la Música y a mí me duele to'

Ok, sé que al momento de escribir esto ya estamos a 23 de septiembre (Día del Grito de Lares y de no haber clases en la iupi), pero este es el post que toca por el Día de la Música. Sé también que tocaba aunque fuera un parrafito sobre el Día de los Asistentes del miércoles pasado y de otros feriados de mi planeta de los cuales no he escrito, pero ya esos son otros $20. La cosa es que fue el Día de la Música, un feriado que debería ser un no-brainer celebrarlo, pero irónicamente lo menos que he hecho fue precisamente eso: oír mucha música. FAIL!

No sé cómo fue que se decidió celebrarlo en esa fecha, pero antes de 2001 se celebraba el 11 de septiembre, pero ya todo el mundo sabe qué fue lo que pasó en esa fecha. Incluso ese día, entre clases, yo me fui a caminar por Río Piedras oyendo en mi Discman el CD del soundtrack de Final Fantasy: The Spirits Within. Eso de las Torres gemelas jodió tanto que tuve que cambiar el holiday al 22, desde 2002 hasta ahora. Talibanes puercos, les "agradezco" el que me hayan dañado una festividad de mi planeta; merecen una catimba por eso, cabrones.

Aparte de no haber oído mucha música como se supone que hiciera, me duele casi to'. El martes estuve en una clase de Zumba; para los que no saben qué ocas es eso, es el tipo de workout en donde uno hace ejercicio bailando al ritmo de música latina, pero no hay conteos como en los aeróbicos. El caso es que yo no estoy acostumbrada a hacer tanto ejercicio y siento los efectos en los hombros, la espalda baja, los muslos y las batatas (pantorrillas). Espero que después de las clases subsiguientes eso no me pase, pero por ahora me hace falta un buen masaje, preferiblemente con "premio" o happy ending (hmmmm, se lo pudiera pedir a B.).